Era allí, junto al pinar,
la tienda del desavío
cuando en verano el estío
nos acercaba hasta el mar.
Abierta de par en par,
un conocido rincón.
Hoy no sé por qué razón
-será el calor estrenado-
de pronto la he recordado:
Casa Hilaria, en Mazagón.
Hoy en Cuadernos del Sur
Hace 21 horas
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