Frisos, Cariátides, cuna
sagrada del pensamiento.
Un olivo mece el viento.
Tras el Partenón, la luna.
Ninguna cárcel, ninguna
constriñe tu libertad.
Frontones de soledad,
columnas y capiteles.
Altas, eternas las mieles
de tu sueño y tu heredad.
Entradas
Qué pena que ayer me perdí esa casual reunión familiar tan agradable. A ver si organizamos una pronto. Increible tu constancia con las décimas. Hoy he recordado que creo que las empezaste cuando yo, en 2010, estaba de baja con el problema de la espalda. No se cómo todavía te quedan temas. Un abrazo.
ResponderEliminarGuanche, como no sales de las acogedoras murallas y vienes al campo dífícilmente podenos coincidir... Un abrazo.
ResponderEliminar