Grande, inmenso, cejijunto
por detrás de la cancela,
acechante centinela
de mi paso a la hora en punto.
Tan atento a todo asunto
que pareces un espía
cuando cruzo cada día
con silencio precavido
aguardando tu ladrido
por tu chalet de la ría.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me imagino a ese perrazo protector tras la cancela de un bonito chalet. ¡Qué fieles son los perros pero cómo asustan!
ResponderEliminarMe encanta todas sus décimas y me hace mucha gracia la del tobogán porque me imagino a un niño risueño que termina con un chichón en la frente.
Muy bonita sus décimas y muy veraniegas.
Enhorabuena.
Gracias, Euclides, un fuerte abrazo.
ResponderEliminar