Fuego que mengua, ceniza
de candente llamarada
que se esparce arracimada
en la malla de la brisa.
Cuando agosto se desliza
va aplacándose en su ardor
y en el cálido temblor
de su cielo y su belleza
presiente ya, sin tristeza,
otro otoño de esplendor
La lúgubre góndola
Hace 1 semana
No hay comentarios:
Publicar un comentario