Como si el brillo del mar
fuese, a solas, un espejo
lucho en mi empeño, no cejo
en volver y regresar.
Pero, en lenta bajamar,
ya la luz acorta el día
y el azogue de la ría
me devuelve, solamente,
el reflejo indiferente
del otoño en medianía.
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Estimado Espinelete: no se si habrá reparado en mi ausencia desde que me despedí en el mes de julio, pero he estado enfermo y ahora, por fin, parece que voy mejorando. He echado de menos su blog, aunque mi mujer, para animarme, me ha ido leyendo muchas de sus décimas. A partir de ahora, espero poder hacerlo yo mismo y participar,aunque sea de vez en cuando.
ResponderEliminarEstimado Espinelete: No quiero dejar pasar más días sin decirle que sigo atenta a su blog y que me han gustado mucho algunas de sus últimas décimas. Casa en la distancia me ha transportado a largos veranos felices que nunca olvidaré. Y desde luego,las relacionadas con el mar, que a mí también tanto me gusta. Un abrazo.
ResponderEliminarClaro que he reparado en su ausencia, amigo Roque, pero le hacía retirado y disfrutando de su jubilación en ese pueblo de pinos en el que nació. Siento mucho lo de su enfermedad y espero que no sea nada grave, y me alegra su mejoría. Un cordial saludo, tanto a usted como a la paciente lectora de mis décimas.
ResponderEliminarGracias, Mara. Un abrazo.
ResponderEliminar¿De dónde sacas el tiempo, Enrique? Me imagino que estas décimas sin mácula te llevarán su tiempo. Yo soy muy constante y trabajador, pero tú me ganas por goleada.
ResponderEliminarCasi más complicado que la ejecución resulta la elección de los temas, Emilio, ese es el problema fundamental... Gracias por tu apreciación y por esas palabras y un abrazo
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