Oxidado el manillar
y pinchadas las dos ruedas
no recorres las veredas
que lindaban con el mar.
Hoy de aquel pedalear
queda poco, apenas nada.
Abatida y desinflada
junto a tristes trastos viejos
tus pedales son espejos
de una infancia arrinconada
Entradas
El profundo sosiego de las cosas
Hace 2 días
No me mueve , desde luego, ningun empeño de no dejar sola su decima. Me apetece participar en el blog para decirle que la de hoy me ha gustado mucho , especialmente sus tres ultimos versos y que su retorno a la infancia, a traves de objetos o situaciones, propicia tambien el de quienes le leemos.
ResponderEliminarYa me he puesto al dia con las décimas veraniegas.Muy bien todas,aunque como es normal algunas me han gustado más que otras.Entre ellas,Ángela y Jesús,Michiringuito,Nardo en la ribera,Adiós,(preciosa)¡Qué bonito lo de la vieja bicicleta de hoy!¡Como le saca la punta a todo!Que Dios le siga iluminando como hasta ahora.No se puede Vd.quejar,tiene una niña encantadora,una familia feliz,amén de la satisfacción que le proporciona la poesia.
ResponderEliminarEnhorabuena.Tessa.
Muchas gracias, Marítimo
ResponderEliminarGracias a usted también, Tessa, me alegra que le gustaran esas décimas que cita. Yo no me he quejado de nada, mujer, sólo digo en este décima que mi vieja bicicleta tiene el manillar oxidado y pichadas las ruedas.
ResponderEliminar