De aquella iglesia aledaña
grácil remate a la altura.
Ladrillo en arquitectura
que en claridades se baña.
Siempre amiga y nunca extraña.
Mejor que amiga, vecina.
Sé que si cruzo la esquina
de mi vida voy a verte,
mudéjar, sencilla y fuerte
allá en Santa Catalina.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 2 días
Bonito barrio el de Santa Catalina y preciosa su torre.
ResponderEliminarSí que lo son, Marítimo, aunque sea tan lamentable el estado actual de la iglesia y su incierto futuro.
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