Clara y limpia, ya menguada,
moribunda en su batalla.
Luz desierta donde entalla
el ocaso su pisada.
Una veta que gastada
queda atrapada en mi mano.
Marfil deshecho, cercano,
que me anuncia que va el día
celebrando la agonía
y la muerte del verano.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 2 días
Que estupenda descripcion de esas tardes de septiembre que tanto me han gustado desde mi infancia y que presagian ya , como usted expresa tan bien , el fin del verano. Le sigo con interes y observo ,como siempre ,que no hay acontecimiento o tema de interes o actualidad que no tenga reflejo en su blog.
ResponderEliminarAgradecido como siempre por sus comentarios, guanche, aunque su cercana generosidad sea excesiva, la verdad, que la mayor parte de los temas comunmente llamados de candente y rabiosa actualidad se me escapan.
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