Luz de septiembre tranquila
que va menguando en la tarde.
Aún se siente, porque aún arde
el calor que se destila.
Horas lentas, días en fila
a compás del calendario.
Viene el tiempo, rutinario,
con su fuga apresurada
alargando la mirada
al chaleco del armario
No hay comentarios:
Publicar un comentario