Instante, apenas
latido
que se eleva y
languidece
si al punto
desaparece
la emoción que lo ha
vivido.
Fracción que
arrastra al olvido
veloz el tiempo,
incesante.
Detrás la vida,
delante
la vida también,
cadena.
A veces vale la pena
vivir por algún
instante.
Querido poeta, usted nos ofrece cada día con sus décimas unos instantes preciosos e infinitos.
ResponderEliminarGracias.
Gracias a ti como siempre, Euclides, por compartir conmigo esos instantes. Un fuerte abrazo.
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