Viejo, verde corazón
que aprisiona en su latido
un oblicuo sol vencido
desde el borde del balcón.
Vida antigua, sueño al son
de savia lenta y secreta.
Déjame que en esta quieta
estrechez de la ciudad
atrape yo la humildad
de tu silencio, maceta.
Hoy en Cuadernos del Sur
Hace 8 horas
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