Oxidación, podredumbre,
solo símbolo desnudo
que le entrega al muelle el mudo
soliloquio de su herrumbre.
Perdida ya la costumbre
del amarre y de la leva,
soledad vencida, prueba
de que el tiempo, con su nombre
desbarata al ancla, al hombre
que, frente a él se subleva.
A una jacaranda de Sevilla, por ser tan realmente inverosímil
Hace 37 minutos
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