Otra vez con la ciudad
al fondo de la mirada,
pareciera que adornada
de una nueva claridad.
Cerca y lejos la heredad
del verano y su sendero.
La vida –barco velero-
y el tiempo –profundo mar-.
La tierra que al navegar
siempre, al cabo, recupero.
La lúgubre góndola
Hace 3 días