En la vereda, a lo lejos,
apostada en tu montura
la marisma es tu cintura
cuarteada en mil reflejos.
Del agua azul los espejos
van copiando tu melena.
En la mañana serena
-niña de Huelva, amazona-
eres reina sin corona
sobre el oro de la arena.
Sangre
Hace 4 horas
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