Ay gozo viejo, cristal
que preserva la memoria
si la vida trae en su noria
otra vez el tiempo igual.
Campana que, cada cual,
acompasa a sus anhelos
cuando sin sombras ni duelos
vuelve a ofrecernos la vida
miel en dulce bienvenida,
nazarenos, caramelos.
Maldita Navidad
Hace 23 horas

Jamás deberían cambiar la fisonomía de esta confitería que tan excelentemente retratas en tu décima, escaparate naif y entrañable en estos días de prólogo a la Semana de Pasión. ¡Cuántas veces me llevaba mi padre a darme un dulce capricho...!
ResponderEliminarGracias, Emilio. Ese escaparate forma parte de la memoria sentimental de muchos sevillanos, esperemos que dure años y no pongan de aquí a poco tiempo una franqucia de esas al uso.
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