En la Plaza de los Carros

Ya aguarda el cascabeleo
el tiempo de tus varales
y enjareta sus retales
de impaciencia y de deseo.
Calle Feria, tintineo
de rosarios en mi orilla.
La luz delgada y sencilla
sin que nadie se lo explique
sueña ya con el repique
del Rosario de Sevilla.