sábado, 11 de febrero de 2012

Oromana

Lentisco, pinar, retama
ocupando los caminos,
vieja estampa de molinos
donde el agua se derrama.
La umbría apresa la llama
de un sol tibio e indolente
y se escucha, de repente,
el susurro –hilo de seda-
del Guadaira entre arboleda
discurriendo mansamente.

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