Viejas columnas vencidas
por los siglos, sangre vieja
enredada en la madeja
de la historia y sus heridas.
Solitarias, comprimidas
como un sueño derrotado.
Cuánto azar el resultado
del tiempo y su indiferencia,
soledad, musgo y ausencia
en un patio bien cercado.
Del rosa al amarillo
Hace 12 horas

Enrique dime si has recibido este mensaje correctamente. SALVADOR CASADO
ResponderEliminarQuerido Salvador, he recibido tus comentarios con alegría. Un fuerte abrazo.
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