miércoles, 7 de diciembre de 2011

Giralda

Ascensión. Vuelo y campana
en el limbo de la altura.
Torre mía, arquitectura
de mi infancia en la ventana.
Si almohade o si cristiana
no me importa, firme enseña.
¿Postal tópica y risueña?
Puede ser, pero algo más
si en tu estatura, a compás,
el recuerdo habita y sueña.

3 comentarios:

  1. Preciosa décima a nuestra más alta veleta de la fe. Cada vez que voy a Sevilla le digo al taxista que me deje a los pies de la Giralda, toco sus nobles y fuertes sillares y ya me quedo contento. Así empiezan siempre mis días sevillanos.

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  2. Querido Emilio, me alegra que mi décima te lleve el recuerdo de esos nobles y fuertes sillares. Un abrazo y nos vemos pronto.

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  3. Hagamos tan alta torre
    que en los siglos venideros
    de nuestros grandes dineros
    la memoria no se borre.
    Si rechistan, nos socorre
    la noción modernidad.
    Rascacielos, mezquindad
    de dinero a ras de suelo
    que quiere rascar el cielo
    para hacerlo su heredad.

    Atentamente.

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