Cuento y no sale la cuenta
de los años que han pasado
desde que un niño cansado
entraba en aquella imprenta.
Ya en la esquina no se asienta
el negocio aquel pequeño
y el estruendo con empeño
de la fotocopiadora
no sobresalta en la aurora
de un frío invierno mi sueño.
Ayer en Cuadernos del Sur
Hace 23 horas

No hay comentarios:
Publicar un comentario