Isla quieta y tan pequeña
que en su curva de desvío
besa el sueño azul de un río
cuando el mar añora y sueña.
De la garza, la cigüeña
y la espátula rincón.
Vieja isla en la que al son
de la espuma que te encierra
uno descubre que hay tierra
en el mar del corazón.
La atemporalidad del buen poema
Hace 11 horas
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